Actualmente los derrames de petróleo en el mar, rio o tierra son uno de los desastres ecológicos más graves que provoca consciente o inconscientemente el ser humano. El problema no solo radica en la toxicidad y los daños medioambientales, sino que además se debe tener en consideración que en muchas ocasiones las consecuencias ni siquiera pueden ser analizadas, es decir, la mayoría de las veces los daños son incalculables.